martes, 10 de mayo de 2011

guin de el video hipertencion arterial( sergio alan piña morales)

La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad crónica caracterizada por un incremento continuo de las cifras de presión sanguínea en las arterias.
La hipertensión arterial se asocia a tasas de morbilidad y mortalidad considerablemente elevadas, por lo que se considera uno de los problemas más importantes de salud pública, especialmente en los países desarrollados, afectando a cerca de mil millones de personas a nivel mundial. La hipertensión es una enfermedad asintomática y fácil de detectar; sin embargo, cursa con complicaciones graves y letales si no se trata a tiempo. La hipertensión crónica es el factor de riesgo modificable más importante para desarrollar enfermedades cardiovasculares, así como para la enfermedad cerebrovascular y renal.
La hipertensión arterial, de manera silente, produce cambios en el flujo sanguíneo, a nivel macro y micro vascular, causados a su vez por disfunción de la capa interna de los vasos sanguíneos y el remodelado de la pared de las arteriolas de resistencia, que son las responsables de mantener el tono vascular periférico. Muchos de estos cambios anteceden en el tiempo a la elevación de la presión arterial y producen lesiones orgánicas específicas.
¿Qué síntomas produce la hipertensión arterial?

En general la hipertensión arterial por sí misma NO produce ningún síntoma.

Por ello se dice que la hipertensión arterial es una enfermedad traicionera, que sutilmente va minando nuestra salud hasta que el daño es tan grande que se expresa con complicaciones graves e irreversibles: pérdida de visión, parálisis, incapacidad para hablar o hacerse entender, etc.


En ocasiones la hipertensión arterial se acompaña de algunos síntomas, que, sin embargo, no son específicos de la enfermedad y se deben a otros factores asociados.

Aun siendo así, debe tomarse la tensión arterial cualquier persona que note algunos de estos síntomas:
- Dolor de cabeza, sobre todo si aparece por la mañana, al levantarte, y se localiza en el occipucio.

- Vértigos.

- Zumbidos de oídos.


- Alteraciones en la vista.

- Hemorragias por la nariz o en la conjuntiva, junto al ojo.

- Acaloradas: oleadas de calor y enrojecimiento en la cara o el cuello.

- Palpitaciones o sensación de latidos en el corazón.

- Taquicardias o aceleración de la frecuencia del pulso por encima de 100 latidos por minuto.

No obstante la mayoría de los pacientes hipertensos están asintomáticos (sin síntomas ni molestias subjetivas) hasta el fatídico momento en que se presenta una complicación.

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